No sé que tiene el otoño que me hace desear tanto meterme en la cocina. En los meses de verano reconozco que me asalta la pereza día sí, día no y que muchas noches podría cenar simplemente una bola de helado de nueces (mi favorito) caminando por la calle. Pero en otoño, sin embargo, me encanta pasar las horas mirando libros y revistas de cocina, planificando el menú del día siguiente y cocinando.
En las últimas semanas he probado varias recetas nuevas de las cuales algunas han sido una muy grata sorpresa por lo que escribiré mi versión y las iré publicando.
Este plato es un clásico en casa que llegó para quedarse en una de esas pruebas de nuevas recetas. Su salsa sirve perfectamente para gnocchi, para pastas y para acompañar a otros platos. Es una salsa sabrosa, sencilla y riquísima que incluso a mi padre que no es nada aficionado a los lácteos en platos salados le encanta.
Se puede preparar todo el año porque siempre se pueden encontrar setas shiitake y champiñones en el mercado pero cuando mejor sabe es, sin duda, en otoño.
La receta de los gnocchi la publiqué el año pasado y se puede encontrar en
este enlace. Yo en este caso no les he hecho el acanalado porque así también quedan muy bien y están igual de ricos.
Aquí os dejo la receta de este riquísimo plato.
Y una cosa más que en estas fechas y el resto del año nos puede venir muy bien. A mí me ha pasado muchas veces buscando regalos que me faltaban ideas originales y especiales y únicas entre tanta saturación de estímulos ¿os ha pasado lo mismo?
Pues os recomiendo una encantadora guía hecha a mano por
Iaia Cocoi y llenita de buenas ideas que María y Pilar han tenido a bien dejarnos en
Madrid y yo -el mejor blog-guía de Madrid que conozco-.